CONTROL DE COSTOS
Un problema recurrente y antiguo en las obras de construcción es el del Control de Costos, entendido como el proceso que permite determinar si las previsiones presupuéstales se están cumpliendo, tomar a tiempo los correctivos necesarios, cuando sea posible, y modificar a tiempo las expectativas de utilidad, cuando no lo sea.
En teoría ese control debería estar a cargo del Departamento de Contabilidad, que después de registrar las operaciones monetarias de la obra puede comparar su ejecución real contra el presupuesto, reportar las desviaciones y sugerir los correctivos indispensables.
En la realidad, lamentablemente, esto no sucede así porque los sistemas y la práctica contables en Colombia están absolutamente enfocados al manejo de problemas fiscales y dejan muy poco espacio para producir información gerencial adecuada al manejo de los costos reales. Y además, en un extraño comportamiento suicida, el contador desconoce por completo (tal vez con algunas excepciones en empresas de mucho recorrido) los presupuestos de obra y no considera su obligación ni su problema el hacerles seguimiento.
Sucede, además, que en muchos casos los costos de la obra se establecen mediante presupuestos improvisados e incompletos, que poco o nada sirven como guías de lo que debe suceder y lo que debe invertirse, razón por la cual son tratados como letra muerta por parte de los responsables de la obra.
En resumen, los controladores profesionales no operan en las obras, pero si lo hicieran, tampoco tendrían material con qué trabajar porque los presupuestos no pueden tomarse muy en serio como patrones de comparación.
A pesar de todo, no existe ninguna empresa constructora en Colombia que no tenga algún tipo de Control de Costos porque el desarrollo de proyectos de cierta duración en una economía inflacionaria requiere información permanente de la evolución de sus costos.
Lamentablemente, esos controles son casi
siempre insuficientes e imprecisos, y tienen un costo directo muy alto (el costo indirecto debido a la insuficiencia y la imprecisión es incalculable) porque deben encomendarse a firmas especializadas que se encargan de recopilar, ordenar y procesar la información de la obra para poder elaborar sus controles y análisis de costos.
Así, pues, el Control de Costos actual es en realidad un control deficiente que se origina en malas herramientas, malos sistemas, mala información y malos actores, todo lo cual amerita una reflexión profunda de Reingeniería para atacar el mal desde sus raíces.